lunes, 7 de septiembre de 2009

Relatos breves


El nudo y la viga




Un buen nudo - dijo el padre - es aquel que puede soportar una gran carga sin deshacerse.
El niño escuchaba atento, con sus ojos infantiles abiertos en un rictus de sorpresa que puso orgulloso a su progenitor mientras, sujetado con firmeza a la cuerda, un enorme madero casi volaba por el aire y era ubicado en la cúspide de la techumbre.
Una buena viga - explicó el padre - es aquella que puede soportar un gran peso sin romperse.
La mirada del muchacho lo indagaba todo como si fuera una curiosa aventura.
La enseñanza no fue vana.
Ya viejo, el padre pudo dar fe de lo aprendido por su hijo cuando, con el corazón atribulado de tristeza, tuvo que descolgar su cuerpo frío desde la viga mayor. Algunas líneas de orgullo descansaban para siempre en el rostro del suicida. El nudo era perfecto.




2 comentarios:

Gladys Acha y Sergio Soler dijo...

Contundente. Doloroso. Un golpe al lector en el último renglón.

Nos hemos detenido un buen rato leyendo y nos vamos más que satisfechos con la buena lectura.

Muchas gracias.

Nota: Sé que somos parientes por alguna línea de mi papá. Si no me equivoco, sos el hijo de un primo hermano de mi viejo. Me gustaría ponerme en contacto con vos ya que nos dedicamos a lo mismo. El blog lo comparto con mi esposa.

Sergio

Gancho dijo...

¡¡ Gracias Gladys !!
¡¡ Gracias Sergio !!
Como les contaba por Facebook, estoy en deuda conmigo mismo pues hace un tiempo que no escribo. Debo ponerme las pilas nuevamente !!